PESAR

Pesa la vista

Me pesa el tiempo

Pesa lo amargo

En cada momento

Pesa el recuerdo

Me pesa el llanto

Pesa pensar

En lo no alcanzado

SOLO

Noche fiel compañera solo estas tú

Nadie más penetra esta soledad

Noche fiel compañera solo eres tú

Digna de confianza en mí deambular

RESPLANDECE

Si el corazón hablara

Le gritaría al viento

Que te extraña y te aclama

Entre más vas huyendo

La llama está encendida  

Mi corazón ardiendo

Marchita la esperanza

Al tiempo voy muriendo

Hoy te puse las alas

Más no con pegamento

Las fijé con mi llanto

Las solté con lamento

Mi sol cuando amanezca

Alumbra intensamente

Que tus rayos me lleguen

Tu recuerdo me bese

EL CAMINO DE REGRESO

El calor de la aurora ya se siente como informando que no hay más camino más allá del oriente

Diciéndome que es hora de despertar, diciéndome que es momento de volver al estado Adámico

Aun maravillado con la belleza de la luz que irradia el horizonte, no puedo más que agradecer al destino por la dulzura de la esperanza experimentada en mi avance en el sendero, el aire respirado, el calor en mi rostro, y la esencia degustada que activó mis papilas, invadió en mi paladar y tocó fibras.

Levanto la frente y digo: ¡Dios! guíame, y veo mis pies maltratados como mis fuerzas agotadas, porque es muy difícil caminar sembrando, porque es muy difícil cosechar en lo árido, porque es muy difícil avanzar luchando.