Llegado el gran día estuviste a mi lado mi fiel compañera
Firme como un roble cuando estuve exhausto me imprimiste
aliento
Con Dios de la mano no cabe la duda fuiste su instrumento
Donde otros faltaron estuviste dispuesta a dar tu vida
entera
Llegado el gran día estuviste a mi lado mi fiel compañera...
Danza
todo lo que quieras me place verte,
Mueve
tu cintura al ritmo de la música
Y mi
deseo, que aumenta por cada movimiento, por cada gesto y fino coqueteo que
haces.
Danza
todo lo que quieras me place sentirte,
Si
con verte enloquezco, con sentir el roce de tu piel sobre mí entro en shock y
mis principios declinan al percibir el aroma desplegado por las feromonas de tu
piel.
Danza
todo lo que quieras tu calor me excita,
El
solo fogaje de tu cuerpo me quema
Y el
sudor que brota de ti corre en mí como vino derramado con sabor a durazno,
¡Ah
hermosos labios! ¡Ah sueños!
El frio de la tarde me hace pensar en ti porque cuando antes me helaba me refugiaba en tu cuerpo. Y no había brisa fría en tardes y noches oscuras que pudiera preocuparme.
Hoy camino mudo y cabizbajo con tu solo recuerdo que me persigue y siento lo cruel que debió ser para ti la soledad, el desengaño, la mentira.
Pasaran los días ya veo caer las hojas y buscaré no ser lo que con ira me deseaste.
Tú serás la luna perdida tras una noche que algún día saldrá no se si a mi encuentro o a mi perdición, perdición que, aunque quieras no acaecerá.
Aposté al mayor de los sentimientos
Ambicioné el amor más puro, el verdadero
Cerré otras puertas, viví el momento, rompí ataduras,
volví a los sueños
Toda apuesta tiene sus riesgos
Tomé la mano de una reina, pero ¡oh sorpresa! Ambivalente
Sí un día me amaba, otro ignoraba, rara moneda, con
cara y cara
Con sus palabras fue hábil ilusionista
Que ante mis ojos creí cumplido mi anhelo
Y al dar la espalda, se me ocultaba
Su calendario me administraba
¡Ambivalente!, ¡bella indolente!, a mi nobleza fue
intransigente
Hace su gusto, no rinde cuentas, fiel a su mundo, de
mí se aleja
Dejé pasar el
tiempo y aunque duela sé que no es mi culpa solo hice lo correcto
La vi bailar y
brillar con luz propia una noche festiva es lo que recuerdo
Embelesado en su
sonrisa ambicioné tenerla sin ser el momento
Un día volví a encontrarla y no logré hacer más que admirarla en silencio
Un día no supe
más solo que vivíamos en un mismo pueblo
Hoy dueño de sus
labios de aquella espera eterna ya tengo sosiego
Sus ojos mi esperanza, sus palabras mi aliento, su mano no la suelto
En el camino de la vida hice un alto atraído por la luz de la luna,
Quizás sediento de tanto deambular con poca esperanza o ninguna,
Llevé a mis labios una hermosa vasija de barro con un sabor muy diferente,
Al tiempo la sentí tan pero tan mía que no salió de mi corazón y de mi mente,
Aferrado a ella la llené día tras día, de cada virtud que pude encontrar,
La envidia no tardó en venir a por ella, y su textura lacerar,
Sin rendirme recogí sus pedazos, y nuevamente la forjé con la mejor arcilla,
cual alfarero la rodee en mis brazos, y la esperanza renació en mi vida,
Al tiempo el brillo de su hermoso aspecto,
sin esperarlo se opacó en la noche,
la luna negra demandó su encuentro,
para sumirla en el más cruel derroche,
Yo la añoré en cada rincón existente,
donde dejó plasmado su recuerdo,
cuando por fin la encontré nuevamente,
de su interior solo brotó veneno,
En el camino de la vida hice un alto...
Hay sueños largos...
No me refiero al tipo de sueño que tienes mientras duermes, no, me refiero a los sueños que te atrapan cualquier día y te acompañan días, meses y años, mientras crees estar despierto.
Caer en este sueño no es difícil, difícil es escapar de ellos, difícil es... despertar..., no basta con pellizcarse, gritar o llorar, no basta con esperar, racionalizarse o esperanzarse.
A veces la llave de esta trampa onírica, es...cansarse...
Cuando te cansas de girar en círculos, cuando te cansas de esperar que la felicidad provenga de las acciones de alguien más, cuando te cansas de que te desmerezcan, defrauden y decides en ese momento crucial de epifanía ponerle coto a ese sueño aletargador y limitante, para al fin despertar, romper el círculo y ser libre al fin
Hay sueños largos...hay copas que rebosan
